Entre dos aguas
ENTRE DOS AGUAS
Camino entre dos aguas, y camino temeroso porque sé que he de ahogarme.
A un lado la marea de tu ausencia, que se cierne sobre mí y alimenta la locura de este pobre corazón con las ganas de sentirte a cada instante junto a mí, de impregnarme de tu aroma hasta alcanzar el cielo y sentir la paz de tu regazo.
Al otro lado, ruge el incesante oleaje de la pasión y el deseo, que me atrapa con el recuerdo de tus besos y me lleva a descubrir el universo a bordo del barco de tu abrazo, donde las velas son tu piel iluminada por la luz que tus ojos reflejan en mi mirada, y el viento que las mueve, las caricias embrujadas que enamoran a mi alma.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso sobre un hilo de esperanza que me salva del abismo que hay entre los dos, que es el monstruo que ha de engullirme si el hilo que me sostiene se rompiese dejando mi alma vacía a su merced, o el frío cadáver del olvido que será lapidado por el puente que su renovado amor tienda sobre él devolviéndome así la vida.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso pues ignoro mi destino, mas la luz de su sonrisa es la que guía mi camino, y el recuerdo de su voz enamorada será el ángel de la guarda que me lleve de la mano hacia el infierno de su olvido o hacia el cielo de su amor con paso firme y decidido.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso, pero jamás dejaré de caminar.
Phoenix.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso porque sé que he de ahogarme.
A un lado la marea de tu ausencia, que se cierne sobre mí y alimenta la locura de este pobre corazón con las ganas de sentirte a cada instante junto a mí, de impregnarme de tu aroma hasta alcanzar el cielo y sentir la paz de tu regazo.
Al otro lado, ruge el incesante oleaje de la pasión y el deseo, que me atrapa con el recuerdo de tus besos y me lleva a descubrir el universo a bordo del barco de tu abrazo, donde las velas son tu piel iluminada por la luz que tus ojos reflejan en mi mirada, y el viento que las mueve, las caricias embrujadas que enamoran a mi alma.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso sobre un hilo de esperanza que me salva del abismo que hay entre los dos, que es el monstruo que ha de engullirme si el hilo que me sostiene se rompiese dejando mi alma vacía a su merced, o el frío cadáver del olvido que será lapidado por el puente que su renovado amor tienda sobre él devolviéndome así la vida.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso pues ignoro mi destino, mas la luz de su sonrisa es la que guía mi camino, y el recuerdo de su voz enamorada será el ángel de la guarda que me lleve de la mano hacia el infierno de su olvido o hacia el cielo de su amor con paso firme y decidido.
Camino entre dos aguas, y camino temeroso, pero jamás dejaré de caminar.
Phoenix.
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Iñaki -